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Semana Tron II: Pasión Indie Capítulo 3: GLTron.

Tras el terrorífico juego Indie del último Capítulo, ésta vez nos planteamos introduciros un juego mucho más directo y dinámico.

En la entrada anterior de Semana Tron, mencionamos poco o nada de uno de los símbolos principales de la franquicia, las motos de luz.

Como todo lo que lleva la coletilla «de luz» en el mundo de la ciencia ficción y los videojuegos, no intentar hacerlo realidad es simplemente inadmisible para muchos de nosotros. Así que sobre el año 2004 un programador llamado Andreas Umbach se encargara de que éste concepto viera…la luz, en forma de juego indie bajo licencia de software libre, GLTron.

Si estás aquí esperando conseguir un buen rato de entretenimiento gratuito,  probar un concepto interesante de juego o escapar de los graficazos que tiene el mundo real  huyendo a la antigua tierra de los polígonos, atento a lo que viene después del salto.

Keep it ortogonal, baby:

La mecánica del juego es realmente sencilla:

Te encuentras en lo que en la película llaman «una rejilla de juego», estás en una moto de luz  en continuo movimiento y debes enfrentarte a uno, dos o tres enemigos, también en moto de luz, manejados por otro jugador o por la IA del juego.

El objetivo del juego es ser el último jugador vivo en cada ronda, pero no posees ningún tipo de arma para destruir a los demás. Entonces, ¿cómo hacerlo?

Muy sencillo, las motos de luz dejan a su paso un rastro, que es equivalente a una de las paredes que encierran la arena de combate. Si una moto choca con una de las paredes o uno de éstos rastros (incluido el propio), ese jugador queda destruido hasta la siguiente ronda. El superviviente de cada ronda recibe un punto, que se suma a su contador individual en la esquina izquierda de la pantalla.

Con el fin de poder maniobrar y encerrar a tus enemigos, puedes alterar el movimiento de tu moto en cualquier momento 90 grados a la izquierda o a la derecha. Para añadir un poco más de interés al asunto, el juego te permite posicionar la cámara en el ángulo que quieras y activar dos modos de turbo:

El boost, con el que al presionar una tecla empiezas a avanzar notablemente más rápido, y el wall boost, que consiste en que, si pasas cerca de una pared hecha por una moto enemiga, tu velocidad aumenta gradualmente.

Es tan simple…¿seguro que es divertido?

¡Y tanto!

Unas reglas tan simples, que los movimientos sean sólo ortogonales y la estética más bien austera hacen que puedas centrarte fácilmente en tu objetivo y aprender a moverte fluidamente en muy poco tiempo. En un par de partidas, el juego pasa de ser un «juego parecido al Snake» en 3D a una batalla épica de amagos, cálculos mentales de velocidad y aceleración, reacciones rápidas, anticipación y optimización del espacio jugable.

Es tremendamente adictivo y los piques están asegurados. De la gente a la que se lo he enseñado hasta ahora…¡nunca he visto a nadie echarse menos de cien partidas seguidas!

Contenido adicional:

La página oficial del juego incluye una sección en la que puedes descargarte una gran cantidad de paquetes de texturas para hacer el juego más agradable o curioso a la vista, como uno que te permite jugar sobre letras de Matrix u otro sobre un camplo floral.

También puedes añadir tu propia música al juego (o desactivarla), ya que la que viene es escasa y, para mi gusto, molesta.

El gran problema:

La IA es bastante deplorable, casi todas las partidas contra el ordenador tienden a traducirse en tener que encerrarte en un espacio más grande que el que dejes a la máquina y aprovecharlo bien mientras esperas a que ella se quede sin él y se choque. Por ésto, la única manera satisfactoria de jugar es contra otros jugadores humanos.

Ésto no sería tanto problema si no fuera porque aún no han desarrollado con éxito el modo multijugador online o LAN…por lo que la utilidad del juego acaba reduciendose a partidas casuales con amigos, todos apretujados y quejándose de la split-screen.

Si lo que quieres es juego online, tendrás que conformarte con otros juegos 2D que beben del mismo concepto, como el FLTron, o probar la alternativa 3D, Armagetron, con algunos interesantes modos de juego.

Datos extra:

El juego es compatible con Windows, Mac Os y Linux, y pesa unos ridículos 3.5 MB.

Hay una Wiki con más información sobre el juego aquí.

Mayores inconvenientes:

-IA molesta.

-Sin modo online/LAN.

-Gráficos y música sólo para algunos gustos.

Debes jugarlo si:

-Te gusta Tron.

-Tienes amigos disponibles.

-Eres un amante de lo retro.

-Tienes un buen perder y toleras el sentimiento de «¡NOOO! ¡IBA A DARLEEE!» en grandes dosis.

Puntuación: 3 de 5 Recognizers (Siempre están ahí, nunca hacen nada…):

Próxima entrada, Semana Tron III, donde entre otras cosas mostraremos más alternativas a éste juego de motos de luz.

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