Todo comenzó en 1983, cuando a Shigeru Miyamoto se le ocurrió hacer un nuevo juego con el Jumpman, el protagonista del arcade Donkey Kong, como referente. Consistía en mover a ese fontanero de un extremo de la pantalla al otro a base de saltos para evitar obstáculos y enemigos. Lo llamó Super Mario Bros y es, a día de hoy, el videojuego más famoso del mundo (y el segundo más vendido) .
La siguiente revolución llegó 13 años más tarde. Mario 64 sería el primer juego de verdad en 3 dimensiones. Además, fue el que instauró el paso de la cruceta al stick analógico. La última vuelta de tuerca fue el Mario Galaxy, que incorporaba 2 elementos absolutamente originales: el uso de la gravedad y el recorrido de superficies esféricas (planetas) en vez del simple suelo. La segunda parte recoge toda esta trayectoria para crear algo más que una obra maestra.
Críticas e historia
Cabe como introducción, que si el primer Mario Galaxy ya fue un éxito a nivel de venta y críticas (para muchos, Game of the Year del genial 2007), éste lo ha superado. Metacritic le da un 98. Y Metacritic no opina, solo recoge la nota media de las 25 revistas más prestigiosas de videojuegos de todo el mundo. El último juego que se le acercó fue un tal GTA IV.
Antes de hablar de este Super Mario Galaxy 2, hay que hacer mención a lo que hacía a la primera parte tan genial. Como ya hemos dicho, el uso de la gravedad para saltar de una parte a otra era algo muy fresco. Y la sensación de recorrer un planeta, algo esférico, en vez del clásico suelo de todos los juegos de toda la vida, es indescriptible. Pero lo que realmente lo hacía sublime era que trasladaba al 100% el estilo Mario a la nueva generación.
¿Y qué es el estilo Mario? Pues es la herencia de más de 25 años de historia: saltos apurados para evitar caer en abismos, recoger monedas, acabar con enemigos de mil maneras, uso de objetos, conseguir estrellas…Cada pantalla es más original que la anterior. Entretenimiento puro y duro, que nos hacían tanto disfrutar al máximo como llenarnos de rabia al fallar en el último salto del nivel. Una sensación que ningún otro juego puede igualar.
Mario Galaxy además de ello, daba la talla en todos los aspectos. Tenía uno de los mejores apartados gráficos que hemos visto en la Wii, y una banda sonora orquestada a la altura. El control era sencillo, e incluso aprovechaba el WiiMote para recoger trozos de estrella, golpear enemigos y variados minijuegos. Encima, aunque no era un juego muy difícil, debía ser explotado al máximo para conseguir un total de 241 estrellas, la mitad de ellas con el incomparable Luigi.
Análisis
La segunda parte aporta novedades, por supuesto. Quizás la más importante sea la de Yoshi. Este simpático dinosaurio da un soplo de aire a los niveles. Montados en él saltaremos más alto y gracias a su lengua (que manejaremos apuntando a la pantalla) nos agarraremos a objetos o cogeremos enemigos de mil maneras. Y además, comiendo frutas, Yoshi empezará hacer cosas raras pero que nos serán muy útiles: correr a toda velocidad, inflarse como un globo o iluminarse.
Si la primera parte ofrecía nuevos objetos en forma de disfraces (Mario abeja, muelle o fantasma), aquí aparecen otros 3. Mario Nube podrá crear 3 plataformas de nubes sobre las que saltar y será más ligero. Mario Roca le permitirá rodar a gran velocidad. Y cuando coja un Taladro, Mario podrá atravesar planetas de punta a punta, literalmente. Estos se unen a las míticas flor de fuego y hielo y la estrella que nos hace invencibles
Algo que dejó muy buenas sensaciones en Mario Galaxy eran las fases en 2 dimensiones, recordando viejos tiempos, pero con el añadido de la gravedad. Aquí vuelven a la carga, aumentando en su justa medida. Además, montados en el dinosaurio verde, nos evocarán al Yoshi’s Island, pero eso sí, dentro de una galaxia.
Un aspecto que no gustó a algunos seguidores fue que, en la primera parte, había que recorrer nuestra gigante nave para acceder a algún nivel, al estilo del castillo del Mario 64. Para evitar eso, ahora accederemos directamente desde nuestra nueva nave, mucho más pequeña, directamente al mundo o galaxia en que queremos entrar. También se ha reducido la aleatoriedad de los cometas, que aparecerán al recoger unas monedas especiales
Un pequeño detalle que es de agradecer es el poder manejar a Luigi mucho antes que en la entrega anterior. En vez de tener que completar el juego con 120 Estrellas, aquí en cuanto tengamos 30 ya podremos elegir al comienzo de cada nivel el hermano fontanero que prefiramos. El modo “multijugador” es igual que el anterior: una segunda persona podrá, apuntando a la pantalla, aturdir a los enemigos y recoger trocitos de estrella.
El aspecto gráfico sigue siendo sublime, las texturas están muy cuidadas y Mario, Luigi o Bowser son representados al detalle. La música- también orquestada – vuelve a ponernos los pelos de punta cuando oímos en forma de sinfonía las melodías clásicas de Mario. El control se mantiene: nunchuck para moverse, A para saltar, mover el mando para el giro y el uso de objetos, Z el salto bomba, B para lanzar estrellitas…Muy intuitivo
Por último, es muy interesante lo que ha hecho Nintendo con la dificultad. Mario Galaxy 2 es realmente más difícil que la primera parte, lo que es una gran noticia. Pero que los más inexpertos no teman, pues cuando hayamos fracasado en un nivel varias veces, Estela (de la primera parte), aparecerá para ayudarnos. Nos ofrecerá superar “por la gorra” esa parte complicada, con el único inconveniente de que la estrella conseguida será de bronce en vez de dorada
Conclusiones
En resumen, Super Mario Galaxy 2 recoge la saga más mítica del mundo de los videojuegos y la lleva a lo más alto. Aprovechando la revolución que supuso la primera parte, aporta pequeñas novedades– Yoshi, nuevos trajes, más dificultad –que aumentan aún más el nivel .Sigue estando cuidado al máximo, con unos gráficos, sonido y jugabilidad de órdago. Y ante todo, diversión y entretenimiento, las claves de un videojuego. Porque decir videojuego es decir Super Mario.