Skip to main content

The Last Story: la magia sigue viva

Si hay un tipo de jugadores que esta generación ha sufrido por la ausencia de títulos a su gusto son los fans de los Final Fantasy de SNES y PSOne y del J-RPG en general. Llevan años caminando en el desierto en busca de un heredero…y en 2012 – eso en Europa, medio año antes en Japón – por fin ha llegado.

El responsable, como no podía ser de otra manera, es Hironubi Sakaguchi, el «autor intelectual» de la saga Final Fantasy en Square. Por fin, el siguiente cuento de Sakaguchi, esta vez en Mistwalker (que él mismo fundó) y Nintendo en lugar de Square y de Sony, ya está entre nosotros: The Last Story.

Historia de una caída

Para no pocos fanáticos del rol oriental, el Final Fantasy X, la última entrega por turnos de la saga, supuso el fin de una era. La nueva Square-Enix no volvería a encontrar la senda que enamoró a tantos jugones, desde el primer Final Fantasy para Super Nintendo hasta las aventuras de Tidus en PS2.

El por qué de la decadencia parece claro para la mayoría de los jugones. La fusión de Square y Enix en 2003 marcó un antes y un después en la compañía. Ningún Final Fantasy (quizás sí los Dragon Quest, pero esa es otra historia) posterior – y ha habido unos cuantos – ha logrado estar a la altura de los anteriores.

Y es que muy poco antes Square se había quedado sin su mente maestra, el ya citado Sakaguchi. Alegando problemas con la directiva, decidió dejar Square y creó Mistwalker. Esta nueva compañía ha producido los deliciosos Blue Dragon y Lost Odissey para 360, y su gran obra, este The Last Story para Wii.

La baja de Sakaguchi se sumaba a otro de los grandes que también había dejado Square para fundar otra compañía. Tetsuya Takahasi, diseñador gráfico y artística del Final Fantasy VII o el Chrono Trigger, dos de los mejores juegos de toda la historia; había abandonado el barco para fundar Monolith – que ha creado esa reciente maravilla para Wii llamada Xenoblade

Por tanto, en el año 2003, tras la fusión con Enix, de los 3 grandes genios responsables de «los grandes Finals» (I al X), solo quedaba uno, Testuya Nomura. Y este se empleó más en la saga Kingdom Hearts que en la propia Final Fantasy.

The Last Story: análisis

The Last Story es un juego de rol oriental, donde la acción se desarrolla en tiempo real y no por turnos. Para más inri, solo controlaremos directamente a uno de los personajes. Pero la presencia de magias, habilidades y la posibilidad de dar órdenes a nuestros compañeros – parando el tiempo, como si fuera un turno – en algunos momentos de los combates harán que ningún nostálgico sufra.

En un encuentro con el enemigo manejaremos normalmente a Zael, el protagonista del juego. Al acercarnos a un enemigo, se dedicará a atacarle automáticamente. Pero a medida que avanza el combate entraremos en el modo estratégico: la acción se parará y seleccionaremos qué habilidad o magia queremos que hagan el resto de nuestros compañeros. El estilo es similar a otros RPG no basados en turnos.

Sin embargo, hay una novedad bastante interesante. Los hechiceros tanto ofensivos como defensivos no lanzan conjuros como tales, sino círculos de magia. Dentro de ellos sufriremos sus efectos (beneficiosos o perjudiciales en función de si el mago que lo ha lanzado es rival o aliado) pero también podremos dispersarlos, lo que causará un bonus si el círculo lo provocó un compañero nuestro o lo hará desaparecer si es de un enemigo.

Zael no se para quieto en combate. Aparte de dispersar círculos de magia, contamos con una ballesta para atacar a enemigos lejanos, podremos ocultarnos tras obstáculos y realizar asaltos para sorprender al enemigo o incluso correr sobre una pared para realizar un impresionante asalto aéreo.

Y además, Zael consigue un misterioso poder que será la clave de la historia: el del Errante (The Outsider en la versión inglesa). Gracias a su Magnetismo, atraeremos a los rivales para que nuestros magos lancen sus hechizos o resucitaremos más rápidamente a los aliados caídos.

Por supuesto, fuera del combate se mantiene el más puro RPG. Mejora de armas y armaduras, caracterización casi infinita de personajes, muchas misiones secundarias, comercio….la ciudad de Lázulis parece gozar de vida propia.

La historia va ganando profundidad hasta niveles insólitos. Formamos un grupo de mercenarios que se dirige a la isla de Lázulis, nación insular que cuenta con un poderoso cañón mágico famoso en todo el mundo.

Sin embargo, en cuanto lleguemos allí empezaremos a formar parte de intrigas en la corte…y temer la sombra de la amenaza de una raza enemiga, los gurak. Pero a cambio conoceremos a Calista, la sobrina del conde regente en la isla, de quien Zael quedará prendado.

La banda sonora es de las más memorables que recordamos en un videojuego últimamente. Cada melodía, desde el tema principal a las que suenan solo un par de veces, quedará grabada. Los que adquirieron la versión coleccionista pueden disfrutarla en un CD.

Los gráficos son de lo mejor que se han visto para Wii. Algunas escenas de animación son dignas de película, y en general el diseño de personajes y escenarios es espectacular.

El juego ofrece dos formas de control: mediante mando y nunchuk, que es útil si nos gusta usar mucho la ballesta, o con el Mando Clásico de Wii. Esta segunda será la preferida por los jugadores acostumbrados a otros RPGs.

El juego presenta un fallo considerable, y es su corta duración. No más de 30 horas tardaremos en completar la historia principal si no hacemos excesivo hincapié en las misiones secundarias.

Para compensar este hecho, el juego ofrece un modo multijugador online bastante bien cuidado, que ofrece batallas tanto cooperativas como PvP muy adaptadas. Además, volver a completar la historia por segunda vez ofrece novedades interesantes.

Conclusiones

The Last Story, obra del maestro Sakaguchi, nos hace volver a los gloriosos Final Fantasy de SNES y PSOne. Posee una grandísima historia, aunque algo corta, acción bastante bien desarrollada, multijugador online y unas melodías para el recuerdo. La magia de los JRPG vuelve a brillar. Como en los viejos tiempos.

Los comentarios están cerrados.