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Bodas de plata de la saga más gloriosa: The Legend of Zelda

Venerado como mito por los fans de Nintendo. Respetado y alabado incluso por los más acérrimos defensores de otras plataformas. El primer responsable de la frase “esto no me termina de gustar, pero aún así es un juegazo”. Sí, nos referimos a The Legend of Zelda, que cumple 25 años. Vamos a ver un poquito de su historia y analizar porqué es tan enorme su legado.

¿Qué hace tan grande a los Zelda?

El argumento del primer Zelda, y que se ha mantenido en algunas de las obras cumbres de la saga, no es demasiado original: rescatar a la princesa y derrotar al malvado que domina el mundo. Pero las profundidades y vericuetos de la historia, así como el mundo de Hyrule en que se desarrolla, lo hacen bastante novedoso.

Lo que hizo grande a ese primer Zelda, en 2D y con una duración y gráficos que a día de hoy nos hacen sonreír, es la mezcla perfecta de estilos. Tenía grandes dosis de los clásicos RPG, pero enfatizaba aún más la resolución de puzzles y la acción. La suma de todo ello nos da lo que hoy llamamos “género de aventuras”, del que se puede considerar creador.

Esa esencia aventurera, que los japoneses llaman “Romance” (no sabemos muy bien como se les ocurrió relacionar la palabra inglesa con esa idea), está presente en todas las entregas. Jugar un Zelda no es apretar botones, sino vivir una jornada épica.

Uno de los mayores factores de inmersión fue algo bastante novedoso en sus orígenes: el mutis del protagonista, Link. Nuestro héroe emite gruñidos y gritos cuando maneja la espada o recibe un golpe, pero jamás dice una palabra. Puede hablar, pues con quienes interactuamos nos responden, pero jamás escucharemos sus palabras. Eso nos hace sentirnos aún más en su piel.

Ciñéndonos a los aspectos técnicos, la obra originalmente diseñada por Shigeru Miyamoto y Takeshi Tezuka es quizás el mayor referente en el mundo de los videojuegos en el campo de la innovación. Cada entrega cumbre de la saga aporta algo nuevo a la industria que no había sido conseguida antes

El Zelda original fue el primer juego en la historia que nos permitía guardar la partida y ofrecernos un mundo abierto no lineal. A Link to the Past ofreció laforma definitiva de conjugar 2 mundos diferentes así como un sistema completo de mazmorras. Y el Ocarina fue el juego que marca un antes y un después al incorporar la acción de centrar a un objetivo para poder atacarle o esquivarle.

Cronología

La saga The Legend of Zelda ha estado presente en toda la historia de Nintendo. Desde su primer título, para la Famicom en Japón y NES en Occidente a los próximos Skyward Sword para Wii y el remake del Ocarina para 3DS, el elfo verde ha sido el pilar de cada una de las consolas de la Gran N.

Cada Legend of Zelda es una pieza del rompecabezas de la historia del Héroe del tiempo. Los productores confirman la existencia de una línea temporal que no sigue la fecha de lanzamiento de los juegos y que es motivo de eternas discusiones de los fans de la saga. En cada  Zelda manejamos a un Link diferente, que vive en un mundo fruto de las obras de otros Héroes anteriores a él y que también marcará un futuro.

Los dos primeros Zeldas salieron para NES en apenas 2 años. Y pese a su gran éxito, hubo que esperar 4 años y una consola, la SNES, para que viera la luz la primera obra maestra de los años 90, A Link to the Past. Y para sorpresa de los fans, el fantástico Link’s Awakening saldría solo 2 años después y para una consola “menor” como era la Game Boy.

Es en 1998 cuando la saga The Legend of Zelda alcanzó su consagración definitiva. La irrupción del Ocarina of Time, considerado por gran parte de la comunidad videojueguil como mejor juego de la historia, revitalizó la saga y la descubrió a aquellos que no habían podido catarla previamente.

Hablar de lo que hace tan irrepetible al Ocarina of Time podría darnos para una tesis. Solo decir que, aunque ni muchísimo menos la sensación sea parecida a disfrutarlo en 1998, recomendamos a nuestros lectores que no lo hayan degustado probarlo en las versiones que han salido en discos recopilatorios para Gamecube, la Tienda Virtual de Wii, o en menor medida la próxima versión para la 3DS.

Con el Ocarina of Time se alcanzó la cumbre de la saga. Ningún juego de la saga, pese a ser casi todos de matrícula de honor, puede resistir la comparación con lo que crítica y público reconocen como lo más cercano a la perfección. Esa losa va a perseguir, por tanto, al resto de títulos que saldrán desde entonces.

El genial Majora’s Mask, siguiente entrega para la N64, fue criticado por ser demasiado original, en vez de un simple Ocarina 2. Para la Game Boy Color aparecerían los juegos gemelos Oracle of Ages y Oracles of Season, que se complementaban, así como la versión DX en color del Link’s Awakening.

La mayor división de los fans de la saga llegó con la aparición del Wind Waker para Gamecube. Link pasaba a tener un estilo cartoon y algo desenfadado, que lucía fantástico pero que se alajeba del canon del Link tradicional. Mientras que algunos lo aborrecían, otros opinaban que podría codearse con el mítico Ocarina. Mencionaré que este redactor pertence al segundo grupo.

Este Link cartoonizado no volvería a una consola de sobremesa. Su historia, cronológicamente situada después tras el Ocarina of Time, que crea 2 secuencias temporales diferentes (siendo una ésta y otra la del Majora’s) seguiría en las portátiles, con The Minish Cap para GBA y Phantom Hourglass y Spirit Track para DS.

El último Zelda para consola de sobremesa fue el Twilight Princess para Wii. Con un estilo adulto que a priori nos lo mostraría como un segundo Ocarina, en realidad su espejo era A Link to the Past, con el mundo de la oscuridad y el Link lobo. La historia se repetía: era una obra maestra, pero le faltaba la chispa que tenía el Ocarina

Reflexiones finales

Los seguidores de la cultura popular son los más que emplean el tópico de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Para ellos,ninguna peli de cine negro será tan buena como El Padrino, ningun grupo de rock tan bueno como los Rolling o The Beatles, y en este caso, ningún juego será como el Ocarina.

Lo que deben pensar estos fans es que lo que no hará ningún juego es provocarles la misma sensación que el Ocarina. Principalmente, por dos cosas: primero,cuando lo jugaron eran más jóvenes e influenciables; segundo, porque cuando salió el Ocarina era el juego con mejores gráficos de la historia. Y Nintendo no ha vuelto (ni parece a corto plazo) que vuelva a apostar por tener el mejor apartado técnico del mercado.

Ante esa opinión, el consejo es muy sencillo: disfrutad de lo que tenéis y valorad lo que venga. El próximo Skyward Sword para Wii y el remake del Ocarina para la 3DS serán, como el resto de la saga, juegos magistrales. No comparéis y sencillamente disfrutad de la épica del reino de Hyrule. Y para concluir, os dejo con una espectacular imagen que resume el universo Legend of Zelda.

5 comentarios en “Bodas de plata de la saga más gloriosa: The Legend of Zelda”

  1. Estoy deseando que salga la 3DS para poder jugar al Ocarina, todavia no le he podido echar el guante
    para mi los mejores sin duda han sido los dos de Game Boy Color, esos recreos interminables resolviendo puzzles entre un grupito de amigos son irrepetibles xD
    y antes de que se me olvide, un articulo genial

  2. Yo el Zelda, lo conocía más por la serie que echaban en la TV cuando era un crió, que por jugarlo. Eso si, la serie enganchaba y no recuerdo que fuese e tan noña e infantiloide como los Pokemon. Pero si jugué al Zelda para la Gameboy SP hace relativamente poco.

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