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Donkey Kong Country Returns: Magistral vuelta a las plataformas 2D

Hace menos de 20 años, en la generación dominada por Sega y Nintendo, la SNES brillaba por su potencia gráfica y una jugabilidad como nunca se había visto. Y el género estrella eran los plataformas, 2D pero de gran calidad.

Uno de los mayores, por no decir el máximo exponente de esos juegos eran los Donkey Kong Country. Grandes gráficos, dificultad, buen humor e incluso multijugador cooperativo. DKC: Returns mantiene su sello, lo cual solo puede decir una cosa: es la última joya del año para Wii.

Donkey Kong, uno de los personajes más famosos del universo Nintendo, es uno de los referentes del mundo de los videojuegos. Sin embargo, desde el extraordinario Donkey Kong 64, y dejando a un lado sus apariciones de secundario en los Smash Bros, no había protagonizado ningún título a su altura.

Los Donkey Kong Country, aunque se estrenaron hace unos cuantos años, nos son bastante conocidos. Eso es debido a las recientes versiones para Game Boy Color y Advance. Aunque eran clones de los antiguos, no podemos comparar su importancia con su lanzamiento original en SNES: los originales eran en su época quizás los juegos con mejores gráficos de todo el mercado.

Pese a ello, sus virtudes no pasaron indiferentes. Como ya hemos dicho, y dejando de lado los gráficos, los DKC ofrecen todo los que un jugador le pide a un juego: divertido, difícil pero fácil de manejar, variado e incluso con un cooperativo que asegure mucha vida útil. Todo ello se ve reflejado en DKC Returns.

Quién no haya jugado nunca a un Donkey Kong Country y espere un clon de Super Mario donde cambiemos al fontanero por un mono y monedas por plátanos estará terriblemente equivocado. Los DKC brillan por su originalidad y el diferente número de situaciones y niveles a los que nos enfrentamos.

Hay muchas zonas de puro plataformeo, sí. Pero también hay luchas contra jefes. Otras en las que estaremos más tiempo viajando entre los míticos barriles que en el propio suelo. Unas cuantas en que iremos montados en los clásicas vagonetas. Y por último, las que estarán marcadas por la presencia de los animales que nos ayudan como Rambi el rinocerante…

El apartado gráfico y sonoro harán las delicias de los fans de la saga. Será en 2.5D (en ocasiones hay diferentes planos de acción), pero el aspecto y el detalle de los fondos es brutal, solo comparable en ese aspecto al genial Muramasa. Y las melodías que oiremos son prácticamente las mismas. El nivel es altísimo.

El paso a la Wii no afecta a los controles. Como la mayoría de los plataformas, lo manejaremos con el mando inclinado, sin tener que apuntar a la pantalla. Lo único que aporta el Wiimote a la jugabilidad es el agitar el mando para sacudir el suelo, deslizarnos o, agachados, soplar.

Dicimos Donkey Kong, pero no podemos olvidarlo de Diddy, que cumple el mismo cometido que los anteriores Country. Por un lado, será el personaje que maneje el segundo jugador en el cooperativo. Y por el otro, en monojugador, si nos encontramos con su barril, nos da un salto más largo gracias a su jetpack y dos corazones más de vida.

Hay que recalcar el buen humor del juego. Las escenas de animación que nos encontramos mientras se desarrolla la historia – que como siempre, consiste en recuperar la reserva de plántanos que nos han robado y salvar nuestra isla – aparte de ser muy cuidadas, nos arrancarán más de una sonrisa.

Una de las mejores cosas que podemos decir del juego es que tiene dificultad SNES, es decir, por encima de la media de la generación actual de consolas. Completar el juego no es tarea exclusiva de jugadores hardcores (los que haya completado el New Super Mario Bros seguramente podrán con éste), pero sí descubrir en cada nivel las K-O-N-G y especialmente todas las piezas de puzzle.

Resulta difícil poner pegas a este juego, por manetener las virtudes de los anteriores juegos de la saga. Quizás ése es su punto débil: no aporta nada al mundo de los videojuegos que no existiera hace 20 años. No innova ni cambia nada los juegos de plataformas, como sí hicieron los originales o el Donkey Kong 64.

Conclusiones

Podemos concluir que este Donkey Kong Country Returns es un juego extraordinario, genial y que se nota que es Made in Retro Studios, los culpables de los fantásticos Metroid Prime. Más que un homenaje, supone traer al 2010 una saga brillante de SNES. No innova en absoluto pero, ¿para qué arreglar algo que no está roto?


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