La marca Play Station es una garantía de cómo hacer las cosas bien. Siempre dan la talla, y si no son los vencedores de la guerra de consolas de esa generación (PSOne y PS2) logran cifras de ventas y opiniones de la crítica más que respetables, como ha sucedido con PS3 y PSP.
La sucesora de la PSP, la PS Vita, saldrá al mercado a finales de este año, o como muy tarde, al principio del próximo. Y después de su presentación en el E3, en el que mostró todas sus cartas – salvo su fecha de aparición, curiosamente – parece que PS Vita sabrá competir en el terreno del juego portátil ante rivales tan diferentes como la 3DS e incluso los propios smartphones. Veamos el porqué.
El primer factor a destacar es que ofrece algo diferente a sus competidores.Nada más verla nos damos cuenta de que sigue la línea de la PSP, es decir, es una consola que apuesta descaradamente por el público hardcore, con frecuencia poseedores también de una PS3. Nintendo en su 3DS va a intentar pescar tanto en los jugadores casuales como en los de toda la vida, un riesgo.
Para ello cuenta con una potencia gráfica tremendamente superior a sus rivales, con capacidad de soportar juegos con un aspecto similar al de una PS3 o 360, aunque evidentemente no alcanza esos niveles. Pero aún así, vídeos como el del próximo Uncharted nos muestran una calidad que jamás habíamos sospechado en una portátil.
La segunda pata de la mesa viene con el catálogo. Para empezar, 2 juegos de sagas exclusivas de PS3: Uncharted, quizás la mejor saga creada en el último lustro; y Little Big Planet, otro juego de una saga tremendamente original y cuyo desarrollo en una plataforma portátil tiene pinta de sentarle de maravilla.
No se sabe todavía el apoyo de demasiadas third parties, pero el E3 ya ha confirmado que habrá versión para PS Vita de dos de los mejores juegos que van a aparecer de aquí a Navidad: el Street Fighter VS Tekken y el Bioshock Infinite. Y algún shooter de calidad seguro que cae también.
En tercer lugar vienen los extras, aquello que lo hace algo más que simplemente una PSP con mejores gráficos. Y estos apuntan a una pantalla táctil delantera y la sorprendente parte trasera también táctil, algo muy original y que seguro que los desarrolladores le saben sacar partido.
Y en cuarto, y quizás en este caso, el más importante es el precio. Por 250 euros – o 250 dólares, gracias a esa desquiciante costumbre de todas las productoras de hacer el cambio dólares-euros 1:1 cuando el monetario es casi 1’5:1 – ya puede ser nuestra.
La verdad es que 250 euros es un precio más que competivo. Es lo que vale, por ejemplo, la 3DS, con una capacidad gráfica inferior, o más barato que un iPod Touch de última generación. Y por solo 50 euros más aparte de Wi-Fi tendremos 3G, para garantizar disponer de Internet en cualquier momento.
Son muchos los elementos por tanto que le auguran un futuro brillante a la PS Vita. En una decisión valiente, va a montar la guerra por su cuenta, alejada de los cantos de la sirena de los juegos casuales que tan buen resultado han dado a la DS y a plataformas como el citado iPod Touch. Pero sin lugar a dudas, tiene argumentos más que sólidos para triunfar.