El miércoles acudimos a la presentación de la segunda de las grandes apuestas de LG en el mercado de los smartphones. Tras las buenas impresiones que nos dio el 2X, el siguiente era el Black, que apuesta por algo totalmente diferente: en vez de pura potencia se decanta por “la pantalla más brillante del mercado”.
Parece ser que lo que han buscado los chicos de LG es hacer un móvil muy fino y ligero (9.2mm y 109 gr), más centrado en el diseño y en su vistosidad que en tener un procesador excesivamente potente. Pese a ello, su 1 Ghz y las facilidades que da Android (viene por defecto con la versión 2.2, Froyo) hacen muy sencilla y rápida la navegación web y la lectura de e-mails.
Pero lo que viene a marcar la diferencia es la pantalla, muy innovadora y llamada NOVA. En teoría tiene 700 nits de brillo, lo más alto que se ha visto hasta ahora, y que a la hora de la verdad permite poder disfrutar del móvil incluso a plena luz del día, cuando lo normal en estos casos, ahora que se acerca el verano, es que perdamos visibilidad, especialmente de los blancos.
Aparte de ello, tiene un sistema de batería inteligente que le permite ahorrar energía, lo cuál nunca está de más. Y por supuesto, tiene pantalla táctil, 2 cámaras (la trasera de 5MP, la delantera de 2MP), lector de SD e interfaz de usuario gestual. Añade el sistema Wi-Fi Direct para favorecer las conexiones inalámbricas.
El LG Optimus Black se distribuye en exclusiva con Orange, que lo ofrece desde 0 euros con sus tarifas Delfín; mientras que si lo queremos obtener libre deberemos pagar 479 euros.