Es en el último trimestre del año en el que se suelen acumular, con frecuencia, los títulos más esperados por los jugones. Y es que la industria del videojuego, como el resto del mundo del entretenimiento, factura gran parte de sus réditos anuales cuando se aproxima la Navidad.
Los dos primeros que vamos a analizar son los dos grandes shooters de ciencia-ficción que veremos este año. Cada uno de ellos es el abanderado de una consola (aunque algún rumor sitúa al Gears próximamente para PS3). El paladín de Sony se llama Resistance 3, y el de Microsoft, Gears of War 3.
Introducción
Antes de nada, conviene repasar un poco de donde venimos. Resistance y Gears of War son dos sagas nacidas en esta generación de consolas, y se han convertido en dos de las más exitosas. Son, junto con Battlefield y Call of Duty, los shooters puros que más alabanzas de crítica y público han cosechado.
El primer Resistance, llamado Resistance: Fall of Man, fue el primer gran título que apareció en PS3 y el que más pronto alcanzó el millón de copias vendidas. Una historia original (una realidad alternativa en que Inglaterra era invadida por aliens en 1951) y sobretodo un multijugador brutal fueron los culpables de su éxito.
Por otro lado, el primero de los Gears of War podía presumir de ser, en noviembre de 2006, el juego con mejor motor gráfico de la historia. A día de hoy es el quinto juego más vendido de la historia de Xbox 360, con más de 5 millones de copias.
¿Qué nos otorgan la 3ª entrega de cada uno de ellos? Pues al igual que las otras de sus respectivas sagas, no revolucionan ni innovan excesivamente el mundo de los shooters, pero consiguen un grado de entretenimiento, adicción y competición online difícilmente superable.
Resistance 3
Resistance 3 supone el fin de una trilogía. Todo hace indicar que veremos un nuevo spin-off en PS Vita, con el Resistance Burning Skies, pero esta tercera entrega supone el cierre de la historia que empezó con el lanzamiento de PS3. Y podemos afirmar que, 3 años después de la salida de la segunda parte, la tercera es mejor con creces.
Los pilares siguen siendo los mismos de siempre. Por un lado, un modo historia cortito, de 12 horas, broche de oro a la trilogía. Y por el otro, un multijugador online y offline, tanto cooperativo como competitivo: no hay nada como luchar contra las Quimeras acompañados.
El juego es bastante lineal, y no gozaremos de demasiada libertad a la hora de recorrer los escenarios. Aunque esto queda compensado con la enorme variedad de acciones que podemos desempeñar para salir airoso de cada ataque enemigo.
Los puntos fuertes de la franquicia brillan más que nunca. Las armas, tanto por su número como por su diseño, son dignas de elogio. Y los enemigos son un auténtico escándalo, tanto por su aspecto espectacular como por una IA muy bien trabajada.
Gears of War 3
Marcus Fénix, uno de los tipos duros que más ha calado, por carisma y eficacia, se despide con un título a su altura. Gears of War 3, apoyado por el motor gráfico Unreal Engine 3 más potente que hemos visto en una consola, es un título impactante.
La campaña, para hasta 4 jugadores, cierra el telón de la lucha contra Lambest y Locust. No podemos poner ni un pero al desarrollo de la trama. Varios eventos y opciones extras dan al título varias alternativas aparte de las clásicas batallas campales online (y los modos Horda y Bestia, ahora hasta para 5 contendientes).
Merece la pena destacar dos detalles. Por un lado, el enorme trabajo realizado con la inteligencia de nuestros compañeros de armas controlados por la CPU, que darían el pego de ser manejados por una persona. Y por el otro, lo vistoso que resulta todo el conjunto, desde las cinemáticas a la propia acción
Conclusiones
Dos de las grandes trilogías «novatas» de esta generación se despiden casi al mismo tiempo. Y de ambas podemos decir lo mismo: la entrega final es la mejor de cada saga. Es muy difícil decantarse por cual de los dos juegos es mejor (este modesto redactor le daría una victoria por la mínima a GoW3), pero algo está claro: los fans de los shooters están de enhorabuena.